A propósito de mi trabajo con los sueños
Desde mi temprana infancia, como muchos de vosotros, tuve una relación intensa con los sueños. Cada mañana contaba a mis padres o hermanos y amigos algunos de mis sueños sin conocer su significado, esperando algunas respuestas.
En mi juventud me interesé por la literatura surrealista y así pude entablar amistad con dos artistas que han mantenido una relación muy original con el inconsciente: Alejandro Jodorowsky y Fernando Arrabal. Con ambos he realizado un trabajo psicobiográfico en forma de libro y documental (Psicomagia y El genio y la locura).
Por aquel entonces yo creía en la máxima kantiana que dice que el sueño es un acto poético involuntario. Una forma lírica o sublimadora de resistirme a conocer mis propios mensajes… Pensaba que la casualidad o el reseteo metal eran las causas de los sueños.
Lo que yo pueda saber de los sueños proviene de trabajar desde la niñez con el propio inconsciente (nuestro gran maestro), pero la primera persona que me ayudó a entender este proceso fue Luis Cencillo.
Este sabio humanista fue mi primer maestro en sueños. Sus conocimientos psicológicos, antropológicos y filosóficos le permitieron recopilar y poner en práctica una serie de técnicas para el análisis personal de los sueños que comprenden un análisis temático, emocional, asociativo, estructural, simbólico y existencial.
Luis Cencillo, maestro en sueños
Cuando nos conocimos, Luis estaba en sus últimos años y yo en medio del camino de la vida. Fueron tres años intensos; casi todas las semanas aquel venerable anciano -alejado ya de su vida académica- me permitió compartir nuestros sueños e integrarlos en una terapia personal.
Luis Cencillo había conseguido emplear y condensar lo mejor de lo que los grandes psicólogos de la humanidad nos han enseñado. Definía los sueños como formaciones imaginativas de la actividad afectivo-mental del sujeto que surgen cuando cesa el control de la vigilia. Para él, los sueños parecen expresar relaciones, estados, intenciones y conocimientos no conscientes pero que afectan al durmiente en ese momento del desarrollo de su personalidad.
Mi primer libro, Duermevela, recogía una serie de oniremas de infancia y juventud. Sobre ese libro empezamos a trabajar lo que luego sería una terapia en toda regla.
Voy a una tienda donde venden miles de aparejos de pesca gigantescos. El anzuelo me llega por la rodilla. El hombre que me acompaña me enseña a pescar pero me dice que no hace falta caña ni aparejo alguno. Los tiro y atravesamos un bosque hasta llegar a un río. Los peces saltan a nuestras manos
Duermevela
A través de la influencia de Luis se acrecentó mi curiosidad por el psicoanálisis, por lo que decidí formarme y me puse a leer su obra y a estudiar el máster en psicoanálisis en la UCM, una buena síntesis de la práctica y las ideas freudianas a la que dediqué dos años de mi vida.
A estas lecturas, durante aquellos años, siguieron otras que sirvieron para fijar los cimientos de mis análisis. Mi tesina, dirigida por Eduardo Chamorro, se centró en la comparación entre la mayéutica de los sueños de Luis Cencillo y la interpretación de los sueños de Freud, con un caso práctico de autoanálisis de un sueño propio. De igual modo, concluí mi Tesis doctoral sobre libertad de conciencia y uso religioso de plantas sagradas.
En aquellos años, en el marco de una investigación sobre Estados Modificados de Conciencia (EMC) pude tener acceso a algunas experiencias que darían paso a una profunda introspección y búsqueda personal.
El caso es que aquella manera de acceder al inconsciente y su comparación con el trabajo con los sueños hizo que me interesara por la explicación que Jung y los historiadores de las religiones daban a las visiones interiores y sueños. Durante aquel proceso, mundo de los mitos emergió con fuerza y los arquetipos se paseaban por los sueños en experiencias de incubación.
El resultado de todo aquel camino fue una aproximación a la meditación. La meditación (afinar la consciencia en cualquiera de sus formas) nos aporta una información valiosa sobre nuestro inconsciente imaginario y nos sitúa en la vida. Mi búsqueda de experiencias meditativas me ha dado ocasión de tratar de sueños con maestros de otras tradiciones como el sufismo, el yoga, el zen o el budismo tibetano.
Pero a todo este recorrido onírico le faltaban algunas piezas esenciales para el análisis de los sueños.
La primera de ellas son algunas de las técnicas empleadas por la terapia gestalt. Mi curiosidad por conocerla me llevó a aproximarme a Claudio Naranjo y a su escuela. Estudie su obra a fondo y luego quise entender su camino. Le propuse un libro de conversaciones que fue editado recientemente y que que introduce su vida y su conocimiento.
Claudio Naranjo
Por medio de Claudio he conocido la obra de Perls y su trabajo excepcional con los sueños y también he podido entender la práctica de alguno de sus seguidores, como Pedro de Casso, maestro en el tratamiento de los sueños.
Perls es un referente en estos trabajos que ahora planteo, pues sus técnicas permiten aproximarnos a la actuación de los sueños en presente, pasando de analizarlos ideológicamente a integrarlos mediante trabajos personales o grupales.
Otra clave para entender la dinámica de estos talleres la encontramos en la tradición de los círculos de sueños, que algunos pueblos practican todavía en Malasia y algunos otros lugares de América y de Asia. Para los antropólogos, el hecho de que el pueblo Senoi comparta sus sueños les permite una coexistencia donde son raros los conflictos y en la que se aprecia un bajo índice de enfermedades mentales. Fue Kilton Stewart quien realizó el estudio más completo sobre esta comunidad. Esta costumbre ha sido investigada e implementada e imitada por diversas escuelas y autores americanos.
De igual modo, las aportaciones de la neurociencia dotan de información interesante e imprescindible al arte de interpretar los sueños, como bien refleja el trabajo de Hobson y otros autores.
La docencia en la universidad de Salamanca dentro del Máster de psicoanálisis de base antorpológica durante los últimos años me ha permitido estar al día en las últimas aportaciones al mundo de los sueños y poder continuar con mis trabajos personales y de grupo.
Con todas estas herramientas trabajo trabajo los sueños, con la mirada siempre puesta en facilitar el autoconocimiento, esa llave que nos abre al sentido de la vida.
Javier Esteban: PhD, Máster en psicoanálisis y terapeuta de sueños desde hace quince años. Profesor en el máster de Psicoanálisis de base antropológica de la Universidad de Salamanca. Discípulo de Luis Cencillo en el arte de interpretar e integrar los sueños, Javier Esteban trabaja los sueños desde diversos enfoques terapeúticos personalizados que emplean herramientas de diversas escuelas y tradiciones. Es autor de diversos libros y artículos sobre estados de conciencia y ha sido fundador y director del ciclo sobre la conciencia Encuentros con lo Sutil. Más información en www.javieresteban.info